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En J. González Tejeda, el arte de la hilatura es uno de los pilares fundamentales en la fabricación de nuestros paños de alta calidad. Este proceso comienza con una cuidadosa selección de las mejores materias primas, ya que la calidad del hilo depende en gran medida de la calidad de la lana utilizada. A continuación, te contamos detalladamente cómo transformamos la lana cruda en hilos finos y uniformes, listos para convertirse en tejidos excepcionales.
Selección de materias primas
La primera etapa en el proceso de hilatura es la selección de la lana. Escogemos la lana que mejor se adapta a nuestras necesidades, asegurando siempre que sea de la más alta calidad. Esta lana proviene de ovejas que pastan en campos seleccionados, donde se crían con cuidado para producir una fibra fuerte y suave. Esta elección meticulosa es crucial, ya que el tipo de lana y su calidad impactan directamente en la textura y durabilidad del tejido final.
Proceso de hilado
Una vez seleccionada, la lana pasa por varias fases de preparación antes de ser hilada. Estos pasos incluyen el cardado y el peinado.
- Cardado: Durante el cardado, la lana se limpia y se desenreda, alineando las fibras para que sean paralelas. Este proceso elimina cualquier impureza y prepara la lana para el peinado.
- Peinado: En el peinado, las fibras se alisan aún más, eliminando las más cortas y dejando solo las fibras largas y uniformes. Esto resulta en una lana más suave y fuerte, ideal para el hilado.
Hilado
El verdadero proceso de hilado comienza con la torsión de la lana. La torsión es fundamental, ya que determina la resistencia y la textura del hilo. En J. González Tejeda, ajustamos la torsión del hilo de acuerdo con las especificaciones de cada tipo de tejido que producimos.
- Torsión: Consiste en girar las fibras de lana alrededor de un eje, formando un hilo continuo. La dirección de la torsión puede ser a la derecha (Z) o a la izquierda (S), y cada tipo de torsión ofrece diferentes características al hilo. La torsión adecuada asegura que el hilo sea fuerte, elástico y tenga la textura deseada.
Preparación para el urdido
Una vez que el hilo está preparado, se devuelve a nuestras instalaciones para la siguiente etapa: el urdido. En este punto, el hilo se ha convertido en una fibra continua y uniforme, lista para ser organizada y preparada para el telar. El urdido es el proceso que configura los hilos de urdimbre que se utilizarán en la tejeduría.
El proceso de hilatura es un arte que combina tradición y tecnología moderna para crear hilos de alta calidad. En J. González Tejeda, seguimos este proceso con dedicación y precisión, asegurando que cada hilo que producimos cumpla con nuestros estrictos estándares de calidad. Desde la selección de la lana hasta el ajuste de la torsión, cada paso es crucial para crear los tejidos que nuestros clientes esperan.
